Trashcooking: transformar los residuos en creatividad gastronómica

En un mundo donde el cambio climático y el desperdicio de alimentos son desafíos urgentes, la cocina también evoluciona. No solo para deleitar, sino para actuar. En este contexto nace el trashcooking, una corriente que convierte lo que antes se botaba, en nuevas oportunidades llenas de sabor, color y propósito.
Más allá de una tendencia, el trashcooking es una filosofía que invita a repensar lo que significa cocinar bien. Porque hoy, cocinar bien también es cocinar con conciencia.
¿Por qué importa?
Cada año, un tercio de los alimentos producidos en el mundo termina en la basura, según datos de la FAO. Esto no solo representa una pérdida económica, también es un fuerte golpe al ambiente. Frente a esta realidad, el trashcooking se presenta como una respuesta creativa y responsable: una forma de reducir, reinventar y revalorizar.
¿Qué es el trashcooking?
Aunque el nombre pueda sonar extremo (literalmente significa “cocinar con basura”), no se trata de desperdicio en el sentido común. Se trata de rescatar: utilizar partes de los alimentos que usualmente se descartan —cáscaras, tallos, hojas, huesos— y convertirlas en platos deliciosos, nutritivos y con identidad.
Es decir, lo que otros botan, en tus manos puede ser el ingrediente estrella.
Un recurso clave para la gastronomía del futuro
En el aula y en las cocinas profesionales, el trashcooking se convierte en una herramienta valiosa para formar personas creativas, resilientes y alineadas con las necesidades del entorno. También es una forma de enriquecer la experiencia turística, ofreciendo desde talleres de cocina sostenible hasta menús elaborados con ingredientes recuperados.
Ejemplos que ya brillan en las cocinas
- Caldos con pieles, recortes de vegetales y huesos.
- Chips de cáscaras de papa, remolacha o zanahoria.
- Pestos elaborados con hojas de zanahoria o remolacha.
- Postres con pulpas de fruta que suelen desecharse.
Además de reducir el desperdicio, estas preparaciones elevan el valor del plato, no solo en lo económico, sino también en lo creativo, cultural y emocional.
Una filosofía con impacto real
El trashcooking no debería verse como una moda, sino como una actitud ante la cocina y la vida. Una que conecta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, impulsa una industria más consciente y promueve la responsabilidad individual desde el lugar más cotidiano: el plato.
Como estudiantes, docentes, chefs o profesionales del turismo, está en nuestras manos transformar lo que otros dejan atrás en algo extraordinario. Lo sostenible puede ser también lo más sabroso.
Este contenido fue desarrollado con el acompañamiento académico de las personas profesoras Ximena y Dennis, de la Facultad de Ciencias Empresariales y Hospitalidad de la Universidad Latina de Costa Rica