Skip to main content

Día internacional de las Mujeres Trabajadoras

Día internacional de las Mujeres Trabajadoras

  • Las mujeres mueven la economía

En esta jornada de acción mundial dedicada a conmemorar las luchas de las mujeres por sus derechos y los avances hacia la igualdad de género, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Latina de Costa Rica, comparte los resultados de la reciente encuesta llevada a cabo a lo interno de la Escuela, centrada en identificar la doble o triple jornada que enfrentan muchas mujeres, incluso sin remuneración.

Estos valiosos datos evidencian desafíos que nos reafirman la importancia de continuar nuestro compromiso con la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres en nuestros trabajo comunitario y social.

Agradecemos profundamente la participación activa de la comunidad en esta iniciativa y esperamos que esta información inspire conversaciones significativas y acciones positivas.

Objetivo de la encuesta: Conocer el tiempo que dedican las mujeres estudiantes del primer trimestre de 2024 de la Escuela a jornadas de trabajo remuneradas y no remuneradas.

Población participante:

  • 92 personas estudiantes de trabajo social
  • 92% mujeres y 8% hombres

Edad

  • 53% de las personas encuestadas tienen entre 17 y 23 años
  • 36% de las personas encuestadas tienen entre 24 y 34 años
  • 9% tiene entre 35 y 45 años
  • 2% tiene entre 46 y 55 años

Es decir, persiste en la encuesta una población mayoritariamente joven o joven adulta.

Datos

  • El 53% de las personas estudiantes se dedican además de estudiar a trabajar en jornadas remuneradas y el 73% de esta población se dedica a tiempo completo a dichas jornadas. Además, un 10% adicional se dedica a jornadas remuneradas de al menos tres cuartos de tiempo.
  • De las mujeres que cuentan con una jornada de trabajo remunerado, el 76% trabajan tiempo completo y alrededor de 15% realizan jornadas de entre tres cuartos y medio tiempo. Esto quiere decir que un alto porcentaje de las mujeres estudiantes de este cuatrimestre deben conciliar su vida cotidiana entre el trabajo y la universidad.
  • El 87% de las personas encuestadas dicen estar a cargo de tareas de reproducción de la vida en su núcleo familia
  • Un importante 25% de personas encuestadas tienen responsabilidad de cuido directo de personas menores de edad, adultas mayores o personas con habilidades diferentes.
  • Llama la atención, de manera muy relevante, que un 35% de personas dedican entre 2 y 4 horas diarias a esta atención y un 35% entre 5 y 8 horas diarias. Así mismo, un 26% de estas personas señalan que dedican más de 12 horas diarias en trabajo de cuido, siendo 66% mujeres y 34% hombres quienes dedican esta importante cantidad de horas diarias al cuido.
  • Solamente una persona indicó recibir pago por esta responsabilidad de cuido y los datos indican que es también su trabajo remunerado cotidiano. Todas las otras personas que tienen a cargo responsabilidades de cuido no reciben remuneración por el trabajo que realizan.

De esto se concluye que al menos un 13% de la población estudiantil tiene a cargo trabajos remunerados, una jornada académica y una jornada de cuido que garantizan la reproducción de la vida social. De ese porcentaje, las mujeres representan el 83%.

Adicionalmente un 13% de las personas encuestadas realizan trabajos comunitarios que contribuyen a la sostenibilidad y desarrollo del tejido social, dedicando la mayoría de ellas (75%) entre 1 y 4 horas semanales. El 58% de ellas tienen además jornadas de trabajo remunerado.

El 42% de estas personas de las personas que realizan trabajo comunitario también están a cargo de labores de cuido cotidianas y en su totalidad son mujeres.

Análisis concretos de datos

  • La población encuestada es mayoritariamente joven (89%), lo que indica que las mujeres están enfrentando responsabilidades de cuido, dobles o triples jornadas en una etapa temprana de sus vidas.
  • El alto porcentaje de estudiantes que trabajan (53%) sugiere una fuerte presión económica, afectando a un gran número de mujeres que deben equilibrar estudios y empleo.
  • El 76% de las mujeres estudiantes que trabajan a tiempo completo enfrentan una doble jornada entre el trabajo y la universidad.
  • El 87% de las personas encuestadas están a cargo de tareas de reproducción, lo que generalmente recae de manera desproporcionada en las mujeres, contribuyendo a una triple jornada.
  • El alto porcentaje de mujeres (66%) que dedican más de 12 horas diarias al cuido indica una carga significativa, evidenciando la persistencia de roles de género tradicionales.
  • Un 13% de la población estudiantil tiene a su cargo trabajos remunerados, jornadas académicas y responsabilidades de cuido, destacando la complejidad de las diversas jornadas de trabajo (remunerado y no remunerado) en la vida cotidiana.
  • El 13% de las personas encuestadas realiza trabajo comunitario, pero el 42% de ellas también está a cargo de labores de cuido diarias, en su mayoría no remunerdas, lo que refleja la contribución significativa de las mujeres al tejido social sin recibir la debida compensación.
  • Solo una persona indicó recibir pago por sus responsabilidades de cuido, y este pago estaba relacionado con su trabajo remunerado contractual. Esto resalta la falta de reconocimiento económico para el trabajo esencial de cuido, a pesar de su contribución vital para la reproducción de la vida social.

Como comunidad académica, tenemos el reto de consolidar estrategias y apoyos institucionales que aborden los desafíos a los que se enfrentan las mujeres en el ámbito estudiantil; reconociendo y mitigando las múltiples responsabilidades que recaen sobre las mujeres.

Socialmente, continúa siendo un factor crítico el reconocimiento del trabajo de las mujeres, no sólo simbólico, sino material y efectivo, de las jornadas no remuneradas ligadas al cuido y a la comunidad. Ese trabajo, es lo que hace posible que nuestras economías se mantengan avante pues sostienen en el espacio privado y comunitario la reproducción de la vida.

Debemos avanzar hacia sociedades del cuidado para garantizar que los cuerpos de las mujeres y sus vidas son tratadas con justicia y reconocimiento. Nuestra comunidad universitaria debe, además, promover una distribución equitativa de cargas y oportunidades desde la corresponsabilidad social del cuido, la justicia económica, laboral y el debido balance entre vida personal y profesional.